1 Calentar el agua: 

Prepara un recipiente grande (como un bowl o una hoya) donde quepa la férula ampliamente. Es importante que la férula no entre en contacto con los extremos del recipiente ya que si toca podría estropear la personalización. Mezcla en el recipiente 1 litro de agua hirviendo con 1 vaso de agua fría (del grifo, unos 250 ml). Esa será la temperatura ideal para la férula (75-80ºC).

2 Calentar férula:

Coge del asa de la férula e introduce la férula en el recipiente con agua durante 20 segundos.

3 Moldea la férula:

Hay que realizar el paso rápidamente ya que la férula se enfría enseguida, esto quiere decir que no cogerá la forma adecuada de la dentadura.

Coloca la férula en la dentadura superior y presiona con la lengua, cierra la boca con fuerza y haz succión con fuerza durante 30 segundos para quitar el aire que hay entre la férula y los dientes. Mientras succionas, presiona con los dedos desde fuera de la boca, la zona de labios y mejillas.

Con estos conseguimos dar forma a la férula de forma personalizada.

4 Enfriar la férula:

Saca la férula de tu boca y ponla debajo del agua fría del grifo unos segundos para que se enfríe.

5 Pruébate la férula: Pruébate la férula una vez se haya enfriado para comprobar si te encaja bien y si no ha quedado aire entre la férula y tus dientes. La férula se debe de mantener en la boca sin que se caiga/resbale.

6 Recorta el asa: Una vez finalizada tu férula, recorta el asa de la misma con unas tijeras, también puedes recortar la altura de la férula si tu boca es pequeña y la notas alta (nunca recortar la zona marcada de diente).